Me estoy tomando un tazón de fresas con leche, buenísimo. Y es que estoy haciendo dieta, me preparo para el verano. Qué va!!, eso es una frase hecha. Me preparo para mí, me he hartado de vaguear y dejarme llevar. Me he dado cuenta de que, muchas veces, me dedico a hacer lo primero que pasa por mis circunstancias, y ni siquiera pienso si me apetece o si quiero hacerlo. Por ejemplo, asalto la nevera sin más ni más, o al jamón, o al donut que queda. Y me pasa lo mismo con el trabajo, de repente me ofrecen algo y lo hago, y a lo mejor tenía cosas pendientes o algo que terminar. Es como si acumular no tuviese un coste para mí, o incluso fuese bueno.
Me da a mí, que la sociedad consumista y actual nos ha metido el chip tan dentro, que ya no apreciamos ni lo que admitimos; sólo admitimos. En ocasiones me he encontrado diciendo que sí a obligaciones autoimpuestas, incluso relacionadas con el ocio, cuando en realidad hay algo que me lleva apeteciendo hacer muuuucho tiempo, y nunca acabo de hacer.
Creo que no hacemos caso a lo que de verdad queremos hacer, a lo que de verdad queremos comer, a la cantidad de trabajo que, de verdad, queremos realizar, porque eso supondría un esfuerzo. Estamos tan acostumbrados a acoger para que todo lo que nos pasa por delante nos quepa en la vida apresurada que llevamos, que nos hemos olvidado de un par de verbos fundamentales como ELEGIR O DECIDIR, incluso los verbos QUERER, más que deber, o DESEAR, más que pasar por...
Así que he decidido elegir lo que como, y saber por qué lo hago. Va a ser una dieta estupenda que voy a disfrutar, una dieta llena de cabeza, de corazón, de deseo, de quiero, de yo, de ya era hora. A veces hay que tener conciencia hasta para disfrutar lo que elegimos vivir.
Sólo sabiendo quién eres y cómo funcionas comprenderas lo que te ocurre, y podrás manejar las situaciones hasta realizar tus objetivos en la vida. El coaching pretende conseguir metas. El coaching emocional, hacerlo desde tus verdaderas motivaciones, desde ese eje central de tu persona que sientes activo cuando llevas la vida que te gusta, cuando eres tú. Conéctate a ti mismo, es el único modo pleno de vivir.
jueves, 17 de febrero de 2011
martes, 15 de febrero de 2011
Aprendiendo a vivir
Cuando una persona comienza a experimentar el sufrimiento
de la vida, empieza al mismo tiempo a tener conciencia de
realidades más profundas y más válidas, pues el sufrimiento
destruye las complacencias de nuestras ficciones habituales
acerca de la realidad y nos obliga a despertar en un sentido
especial: a ver con cuidado, a sentir con profundidad, a
establecer contacto con nosotros mismos y con nuestro mundo,
y a hacerlo de maneras que hasta entonces habíamos evitado.
Ken Wilber
La conciencia sin fronteras
de la vida, empieza al mismo tiempo a tener conciencia de
realidades más profundas y más válidas, pues el sufrimiento
destruye las complacencias de nuestras ficciones habituales
acerca de la realidad y nos obliga a despertar en un sentido
especial: a ver con cuidado, a sentir con profundidad, a
establecer contacto con nosotros mismos y con nuestro mundo,
y a hacerlo de maneras que hasta entonces habíamos evitado.
Ken Wilber
La conciencia sin fronteras
Suscribirse a:
Entradas (Atom)